Agresión pasiva

En lugar de enojarse abiertamente, algunas personas expresan su hostilidad de maneras pasivo-agresivas diseñadas para herir y confundir a su objetivo. En algún momento u otro, la mayoría de la gente tendrá que lidiar con la agresión pasiva de otros en su vida personal y profesional: un compañero de cuarto que deja una nota dulce pero regañona sobre la única taza que se quedó sin lavar, por ejemplo, o el informe que un colega sigue “olvidando” terminar.

El comportamiento pasivo agresivo puede ser intensamente frustrante para el objetivo porque es difícil de identificar, difícil de probar e incluso puede ser involuntario. La agresión pasiva puede conducir a más conflictos y problemas de intimidad, porque a muchas personas se les dificulta tener una conversación directa y honesta sobre el problema en cuestión.

Enfadarse o enojarse sólo pone a la persona pasivo agresiva a la defensiva, lo que a menudo da como resultado que pongan excusas o nieguen cualquier responsabilidad. Investigaciones recientes muestran que hay maneras más saludables de enfrentar la agresión pasiva y manejar los conflictos en las relaciones interpersonales.

¿Qué es el comportamiento agresivo pasivo?

Si bien el comportamiento pasivo agresivo puede ser difícil de detectar, los expertos están de acuerdo en los signos más comunes, que incluyen negarse a discutir las preocupaciones abierta y directamente, evitar la responsabilidad y ser deliberadamente ineficiente.

La persona pasivo agresiva a menudo deja un trabajo sin hacer o “casi” completo. Con frecuencia llegan tarde y son maestros en sabotear sutilmente a los demás cuando no están de acuerdo con un curso de acción. Seguido recurren al tratamiento silencioso o a cumplidos ambiguos para transmitir su punto de vista.

Como llevarte con personas agresivo pasivo

Con frecuencia, la agresión pasiva proviene de enojos, inseguridades o tristezas subyacentes de los cuales la persona puede o no estar consciente. El comportamiento pasivo agresivo puede ser una expresión de esas emociones o un intento de obtener el control de una relación.

Tener eso en cuenta puede servir para decidir cómo responder. A pesar de que puede ser tentador reaccionar de una forma pasivo agresiva también, expresar enojo o frustración probablemente incitará a la otra persona a seguir comportándose de la misma manera.

Por lo tanto, es clave estar en control de las emociones. Respirar profundamente o alejarse de la situación antes de responder. Intentar atender directamente las preocupaciones de la persona. Si el jefe hace un comentario sarcástico al estar ya saliendo de la oficina, preguntar directamente si es necesario quedarse más tiempo o cuál proyecto necesita completarse de inmediato.

Demostrar que se valora la perspectiva de la persona pasivo agresiva puede ayudar si a través de ello se está atendiendo una sensación subyacente de inseguridad. Pero nunca es necesario disculparse por ofensas infundadas o intentar aplacarlas de alguna otra manera.

De ser posible, con frecuencia la mejor solución es limitar el tiempo de convivencia. Pero si la confrontación resulta ser la mejor vía de acción, es importante evitar ser acusatorio y explicar tranquilamente los sentimientos que producen ese tipo de comportamiento.